viernes, 27 de agosto de 2010

Técnicas de Disparo para noveles.

Durante el tiro, el individuo debe recordar los principios fundamentales del uso adecuado de los ojos.

Mirar directamente hacia adelante tanto como sea posible sin acercarse el alza a la órbita del ojo. Si la posición de la cabeza obliga a que el tirador mire por encima del puente de la nariz o por fuera, bajo sus cejas, los músculos del ojo estarán en tensión. Esta tensión puede producir movimientos involuntarios del ojo que reducen la exactitud, y que la imposibilidad de ver bien puede producir un daño psicológico sobre el tirador. Como mejor funcionan los ojos es en posición natural, mirando directamente al frente.

No fijar la visión en la imagen de puntería más que unos segundos. Cuando los ojos están enfocados en una imagen simple durante un cierto tiempo, la imagen se "quema" en el area de percepción. Este efecto en los ojos de un tirador es muy importante. Una imagen "quemada" disminuirá la agudeza en la crítica area de percepción, y esta imagen es posible tomarla equivocada por la verdadera. Cualquiera de estos efectos causará un serio daño a la actuación del tirador.

Normalmente el mejor uso de los ojos se dá cuando el tirador mantiene los dos ojos abiertos mientras tira. Lo natural es que los ojos trabajen como un equipo perfecto. Si se bizquea o se cierra un ojo, el otro tendrá la tendencia a hacer lo mismo. Con ambos ojos abiertos el tirador incluso se encuentra con que le es mas fácil comprobar las banderas del campo de tiro mientras el armas está en posición de apuntar.

Muchos tiradores mantienen que el tirador debe enfocar su ojo en la mira delantera, viendo de esta manera la mira delantera de forma clara y nítida, que es el aspecto mas importante de la visión al apuntar. Esto no es necesariamente cierto. La mayor parte de los tiradores tienen la capacidad de ver a la vez la mira frontal y el disco negro del blanco con la misma claridad. A esta capacidad se la conoce como "acomodación". Cuando se apunta, el ojo del tirador esta cambiando su enfoque continuamente de la mira delantera al blanco, y de nuevo a la mira. El ojo enfoca adelante y atrás con tanta rapidez que parece que el tirador ve las dos imágenes con la misma claridad.

Sin embargo, después de los 40-45 años, los músculos de los ojos pierden la capacidad de cambiar de foco atrás y adelante con la rapidez necesaria para acomodar la mira delantera y el negro del blanco. En tal caso debe enfocarse la apertura frontal para obtener el resultado óptimo de la puntería. Puede resultar que se vea el blanco un tanto fuera de foco.

Se puede mejorar la acomodación y la claridad de visión con el uso de una apertura menor en la mira trasera. Una apertura mas pequeña incrementa la profundidad del campo, la agudeza visual e intensifica la acomodación. Para que esta ventaja sea apreciable, la apertura trasera debe ser menor que la pupila del ojo; cuanto más pequeña sea la apertura trasera, mayor será la profundidad de campo y mayor la agudeza visual.

Hay, sin embargo, un punto en el que esto deja de ser cierto: cuando la apertura trasera llega a ser inferior a un milímetro aproximadamente, la cantidad de luz que llega al ojo es inadecuada y la visión empeora notablemente.


OJO DIRECTOR. OJO DOMINANTE.

Es aquél con el cual hacemos la puntería. Aunque hemos dicho que esta se debe de hacer con el ojo dominante hay veces que las circunstancias, por ejemplo asomarse al costado de un parapeto intentando ofrecer la menor silueta, nos hace apuntar con uno u otro ojo, ojo al que llamaremos director y que en la mayoría de los casos coincidiría con el ojo dominante, pero en otro lo hará con el ojo débil.

Normalmente los dos ojos no tiene la misma agudeza visual o lo que es igual un ojo domina la visión sobre el otro. A este ojo es al que llamaremos "dominante o maestro" y es con el que debemos realizar la puntería.

Para saber cuál es nuestro ojo dominante, basta apuntar con el dedo índice y el brazo estirado a un objetivo cualquiera con los dos ojos abiertos. Si guiñamos un ojo y el objeto al que apuntábamos no se nos desplaza, el ojo que tenemos destapado es el maestro. Por el contrario, si el objeto se nos desplaza, el ojo abierto es nuestro ojo débil.

ACCIÓN SOBRE EL DISPARADOR.

El tirador novato debe, desde un principio, prestar una gran atención al control sobre el gatillo. Los tiradores experimentados también tienen dificultades de vez en cuando. Si nos esforzamos en desarrollar un disparo correcto, el hecho de apretar el gatillo precisará cada vez de menos esfuerzo consciente, y eventualmente tendrá características reflejas. La conciencia del control del cuerpo debe incluir una conciencia del control del gatillo. Sin embargo, el tirador puede desarrollar un control sobre el gatillo hasta tal punto, que un disparo no requiera esfuerzo consciente. Será consciente de su movimiento, pero no lo estará mandando conscientemente.

La presión sobre el disparador hay que ejercerla hacia atrás, es decir, siguiendo la línea eje del cañón del arma. Ha de ser siempre "uniforme creciente", sin sacudidas ni paradas que favorezcan los movimientos bruscos, o "gatillazos".

Tener en cuenta no apretar el empuñamiento a medida que se aprieta el disparador.

El lugar del dedo índice por dónde normalmente ha de apretarse el disparador es la aprimera falange. Tanto si tenemos mucho dedo como si disparamos prácticamente con la punta del mismo se nos producen desvíos laterales que nos suponen una desviamción del proyectil.

RESPIRACIÓN.

Un ciclo de respiración completo dura unos 4-5 segundos. Además, entre cada ciclo respiratorio hay una pausa de 2-3 segundos. Esta pausa puede ampliarse hasta 6-8 segundos sin esfuerzo especial y sin sensaciones desagradables. Precisamente es durante este período de alargamiento de la pausa cuando el tirador debe efectuar el disparo. La razón estriba en que durante la pausa los músculos respiratorios están relajados y el tirador evita cualquier tensión sobre el diafragma. Además, la concentración no se rompe por la necesidad de respirar.

Cuando se le dice a un principiante en el tiro que el aguantar la respiración le ayudara a mantener inmóvil el arma, puede relacionar instintivamente esta acción con la del buceador antes de sumergirse en el agua. Inspirar profundamente y aguantar el aire en los pulmones NO es la manera correcta de proceder para conseguir un tiro de precisión.

El tirador debe asumir su posición y respirar naturalmente hasta que su agarre empiece a afirmarse. Entonces, hace una inspiración ligeramente mas profunda; exhala y hace una pausa, esperando hacer fuego durante esa pausa. Si la postura no se asienta lo suficiente como para permitirle hacer el disparo, el tirador vuelve a respirar normalmente y repite el proceso.

La pausa en la respiración nunca debe sentirse como antinatural. Si la pausa se extiende durante un período demasiado largo el cuerpo sufre una deficiencia de oxígeno y envía ordenes para reanudar la respiración. Estas ordenes producen unos ligeros movimientos involuntarios en el diafragma e interfieren en la concentración del tirador. Hablando en términos generales, el período máximo de pausa respiratoria para disparar con seguridad un tiro es de 6-8 segundo.

CONJUNCIÓN DE LOS FACTORES EN LA EJECUCIÓN DEL DISPARO.

El tirador debe tener presente que consideraremos cada factor independiente solo por facilitar la exposición. Todos son convergentes y están coordinados en el único instante en que se produce el disparo.

Para el espectador, la actuación de un tirador resulta decepcionantemente simple: el tirador sitúa el arma en posición, apunta y aprieta el disparador.

Pero la persona que esta detrás del arma piensa de manera bien distinta. Disparar no es sencillo: implica una compleja coordinación de varias funciones corporales y mentales.

Es relativamente fácil hablar o escribir sobre los métodos correctos de tirar. Poner en practica esos métodos es mucho mas difícil. Por este reto, precisamente, fascina el tiro a tantos miles de personas.

Los tiradores que aceptan el método de tiro del USAMTU sostienen el arma en el circulo del 10 y accionan el disparador sin que esto cause ninguna "distorsión" en arma. Este método requiere que el tirador desarrolle su habilidad de sostener el arma inmóvil.

El otro método consiste en permitir que el arma se mueva sobre el blanco, y disparar cuando el arma cruce sobre el circulo del 10. Este método de disparar en movimiento ("cazar") tiene la desventaja definitiva de que el tirador no puede predecir siempre con precisión la trayectoria del movimiento del arma. Por esto mismo nunca se pueden eliminar completamente que se "escapen" tiros.

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